Llevas tiempo pensando de qué forma puedes renovar tu baño o resolver ese problema que tienes con la ducha. Pues bien, en este artículo queremos que descubras algunos trucos para que sepas cómo cambiar el plato de ducha en casa sin dificultad. Es bastante más sencillo de lo que parece, ¡descúbrelo por ti mismo!
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¿Por qué cambiar un plato de ducha?
Hay varias razones por las que puedes estar preguntándote cómo cambiar un plato de ducha en casa. Puede que haya alguna fisura por la que se esté colando el agua debido a un golpe de la alcachofa o de un bote de gel, y que, con el tiempo, termine ocasionando en un problema de humedades. También puede ocurrir que tu cuarto de baño esté pidiendo un cambio de look o que, debido al paso del tiempo, el plato presente algún tipo de desgaste que provoque que tenga un aspecto descuidado. Independientemente de cuál sea la razón que te ha llevado a tomar la decisión de querer cambiar el plato de ducha en casa, te contamos cómo lo puedes hacer.
¿Cómo cambiar un plato de ducha?
Para saber cómo cambiar un plato de ducha, vamos a tener en cuenta cinco consejos. Todos ellos tienen un orden que hay que seguir para que el resultado sea el adecuado, ya que un plato de ducha mal colocado puede sufrir filtraciones.
1. Tomar medidas
El primer paso para cambiar un plato de ducha es tomar sus medidas. Esto permitirá realizar una compra adecuada, ya que no es la primera vez que alguien se lleva a casa un plato de ducha que luego no encaja. Para evitar esto, hazte con un metro, y revísalo todo dos veces.
2. Retirar el plato de ducha actual
El segundo paso es quitar el plato actual. En muchas ocasiones, hay que romperlo con un martillo. Aunque, antes de esto, conviene retirar la silicona que puede haber alrededor. El hueco debe quedar completamente limpio y no olvides aprovechar para desinfectar bien la zona.
3. Colocar el nuevo sin pegarlo
Posteriormente, el tercer paso para saber cómo colocar un plato de ducha es poner el recién comprado, pero sin pegarlo todavía. Esto se hace para que te asegures de que realmente encaja y de cómo será el resultado. ¿Está todo bien, te gusta cómo queda? Pues seguimos.
4. Nivelar el plato de ducha
Utiliza un nivel para cerciorarte de que el hueco donde vas a poner el plato de ducha está nivelado. En caso de que no sea así, necesitarás echar mano de un mortero o cemento para evitar que un ligero desnivel acabe con fugas o humedades.
5. Pegarlo y ajustarlo
El quinto y último paso es ya el tramo final. Tras haber nivelado el plato de ducha y comprobar que todo está bien, es el momento de fijarlo. Para ello, vas a tener que aplicar cola o gresite. El toque final se lo darás con la silicona bordeando el plato.
Materiales más utilizados al cambiar un plato de ducha
Ahora que ya sabes cómo cambiar un plato de ducha, debes conocer los materiales más habituales. La porcelana solía ser uno de ellos, pero dada su fragilidad, se usa cada vez menos. Una caída de la alcachofa de la ducha puede generar una rotura y obligarte a tener que volver a cambiar el plato de ducha.
Como alternativas, puede ser interesante apostar por la piedra natural, el acrílico o la resina. El resultado es espectacular y te puede permitir jugar con la decoración del cuarto de baño. Además, son bastantes más resistentes que la porcelana, por lo que si has tenido malas experiencias te recomendamos optar por estas otras opciones.
Aunque la elección de los materiales es importante, el mantenimiento no lo puedes dejar de lado. Una buena limpieza del plato de ducha evitará que aparezcan manchas o incluso marcas de moho en las zonas en las que has aplicado silicona. Recuerda que la ducha es un lugar húmedo, ideal para la proliferación de bacterias. Por ello, el mantenimiento es primordial para que el plato de ducha se mantenga intacto más tiempo.
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