El chalk paint o pintura a la tiza se ha convertido en una de las técnicas más populares para la restauración de muebles. ¿El motivo? Es un método rápido, fácil y económico que ofrece buenísimos resultados, dando una segunda oportunidad a muebles y otro tipo de objetos antiguos. En este artículo te contamos cómo pintar con pintura a la tiza paso a paso.
¿Qué es la pintura a la tiza?
La pintura a la tiza es un tipo de pintura ecológica a base de tiza y agua, sin acrílicos y no tóxica con un alto poder de cubrición y un secado muy rápido. La principal característica de este tipo de pinturas es que pueden aplicarse sin necesidad de lijado o imprimación sobre la mayoría de materiales.
Principalmente se utiliza para la restauración de muebles, pero al ser una pintura versátil puede usarse también para pintar paredes, muros, exteriores, puertas, armarios, ladrillo, escayola, bicicletas, etc… siempre y cuando se elija el tipo de pintura a la tiza adecuado para cada tipo de superficie. Es capaz de recrear diferentes estilos y permite brindar una nueva vida a cualquier objeto o superficie que tengamos en casa cambiando únicamente el color.
Cómo pintar con pintura a la tiza: paso a paso
Antes de ponernos manos a la obra a pintar, necesitaremos hacernos con las herramientas adecuadas. Además del mueble que vayamos a pintar, necesitaremos lo siguiente:
- Pintura a la tiza de dos colores, uno más oscuro que el otro
- Pincel con pintura redonda
- Pincel limpio para limpiar
- Rodillo
- Lijadora
- Estropajo de aluminio
- Paño limpio
- Cinta de carrocero
1. Paso 1: Pon a punto el mueble
El primer paso en todo trabajo de restauración siempre será la preparación de la superficie. Empieza por limpiar el mueble con un paño húmedo y deja que se seque. Seguidamente, quita todos los herrajes o cristal, o, si no se puede, protégelos con la cinta de carrocero.
Aunque no es estrictamente necesario, en caso de que la madera sea nueva te recomendamos lijar previamente para dejar la superficie fina. Por otro lado, si se trata de un mueble viejo, también puedes lijarlo para sacar los restos de barniz. Por último, para eliminar los restos de serrín de las esquinas, usa un pincel limpio.
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2. Paso 2: Prepara la pintura
Mediante una brocha de pelo fino, remueve enérgicamente la pintura para igualar la pasta. Recuerda que no hace falta poner agua, ya que la pintura ya contiene de por sí.
3. Paso 3: ¡A pintar!
Usando la misma brocha de pelo fino, empieza por aplicar la pintura a la tiza de color más oscuro. Comienza suavemente, arrastrando la brocha siguiendo la dirección de la línea de la madera. Después coge la brocha de punta redonda y, por último usa el rodillo para las superficies planas y lisas.
Una vez pintada toda la superficie, espera a que se seque la pintura el tiempo indicado por el fabricante. Cuando ya esté seca, aplica la segunda capa.
4. Paso 4: Consigue un efecto envejecido
Para conseguir el efecto envejecido que dota los muebles de elegancia, aplica una pintura que contraste con la capa oscura aplicada en primer lugar, es decir, una pintura más clara.
Cuando se haya secado, coge un estropajo de aluminio o una lija fina para lijar suavemente las zonas que se verían desgastadas por el uso habitual del mueble (bordes, laterales, esquinas).
5. Paso 5: Aplica cera para mejorar el acabado
Finalmente, para que el acabado envejecido se mantenga por más tiempo, te recomendamos aplicar una capa de cera por todo el mueble usando un paño limpio, seco y que no deje residuos.
En resumen, la pintura a la tiza es una técnica de restauración fácil, rápida y ecológica. Gracias a ella, podrás dar una segunda oportunidad a muebles y otro tipo de elementos que se encuentren desgastados por el paso del tiempo, lo que resulta una buena noticia para nuestro bolsillo y para la sostenibilidad. Así que, ya sabes héroe Greencut, hazte con tu pintura y ¡Manos a la obra!
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