¿Te estás planteando renovar la decoración de tu vivienda? ¿Qué te parece un cambio de color? Si tienes dudas acerca de cómo pintar puertas de madera, no es necesario que compres unas nuevas. Un héroe Greencut es capaz de todo y sabe que no siempre es necesario invertir en nuevos productos, a veces es mucho mejor darle una nueva vida a los que ya tenemos. ¿Que no sabes cómo hacerlo? Nunca es tarde para aprender, para eso estamos nosotros.
Es cierto que es un proceso de varios pasos, pero no es tan complicado como parece. En este artículo te explicamos cómo pintar puertas de madera: necesitarás algunos materiales y herramientas, algo de paciencia y un poco de esfuerzo. Te lo contamos todo detenidamente y, por supuesto, te acompañamos en el proceso con el paso a paso que deberás seguir para que el resultado sea todo un éxito.
Materiales y herramientas para pintar puertas de madera
Antes de comenzar con cualquier tarea de bricolaje es recomendable asegurarnos de que contamos con los materiales necesarios y los tenemos a mano. En este caso, bastaría con el papel protector y la cinta de carrocero, la pintura o el esmalte que vayas a utilizar, la imprimación, la brocha y el rodillo o pistola de pintura, una cubeta, una lija y un trapo.
Cómo pintar puertas de madera paso a paso
A la hora de explicar cómo pintar puertas de madera es importante tener muy claros los pasos que tenemos por delante. En esta ocasión, nuestro consejo es que sigas el orden que proponemos a continuación. No todos los pasos son imprescindibles, pero el resultado final es mejor siguiendo el proceso al completo.
Protección
Siempre que vayamos a desarrollar cualquier trabajo en el que haya pintura es recomendable proteger los alrededores. Tanto a la hora de pintar la puerta, como cuando se trate del marco, utiliza papel protector y cinta de carrocero en cualquier zona que corra el riesgo de acabar manchada.
Desmontado
Cuando hablamos de desmontar la puerta antes de pintarla, no nos referimos únicamente a extraerla del marco, sino también a retirar las manivelas, bisagras y demás componentes. Trata de quedarte únicamente con la madera, ya que es el elemento que queremos trabajar.
Lijado
Desde que existe la imprimación, el lijado no es obligatorio. Ahora bien, si pretendes obtener un resultado resistente, estético y duradero, lo mejor es que contemples los dos pasos. Por lo pronto, tu lijadora te permitirá dejar la madera preparada para que absorba bien la imprimación y la pintura. Puedes hacerlo a mano, pero va a ser un duro trabajo.
Limpieza
Una vez hayas concluido con el lijado es fundamental que limpies el polvo restante, por este motivo hablábamos de un trapo en los materiales recomendados. Recuerda que cualquier mota que quede puede ser molesta al pintar o, incluso, estropear la estética del resultado final.
Imprimación
La imprimación es una capa que se aplica antes que la pintura para que ésta se adhiera mejor a la madera sobre una base uniforme. El proceso es similar al de pintar, aunque debes tratar de pasar el rodillo con suavidad. Cuando termines, deja que seque, pasa de nuevo la lijadora -en esta ocasión con lija de grano fino- y vuelve a retirar los residuos.
Pintura
El paso final acerca de cómo pintar puertas de madera es el más importante y el que más afecta en el resultado. Trata de utilizar un rodillo sin empapar demasiado o una pistola de pintura, aplicando capas finas y empezando por las esquinas. Te recomendamos dar más de una pasada -dejando tiempo de secado entre ellas- para que quede totalmente uniforme.
Cómo pintar puertas de madera barnizada sin lijar
¿Es posible pintar puertas de madera sin lijar para retirar el barniz? Hasta hace un tiempo no lo era, pero en la actualidad hay imprimaciones que lo permiten. La ventaja es evidente: te ahorrarías el paso más tedioso de todo el proceso, ya que con el lijado se genera más suciedad, se pierde más tiempo y conlleva cierto esfuerzo.
¿Recomendamos pintar puertas de madera sin lijar? En Greencut lo tenemos claro. En este sentido, los inconvenientes son mayores que las ventajas. Los resultados nunca van a ser los mismos, pero hay algo peor: la durabilidad de los acabados. La madera tiene sus particularidades y no es como pintar una pared; es imprescindible que la pintura se adhiera a la puerta por completo. Y esto no es posible al 100% si no hay un lijado previo.