El calor extremo puede ser devastador para las plantas, causando marchitez, quemaduras en las hojas y, en casos severos, la muerte de la planta. Y como en Greencut siempre queremos que tu jardín brille con luz propia, te ofrecemos una guía completa sobre cómo proteger tus plantas del calor extremo y asegurar que sobrevivan y prosperen incluso en las condiciones más desafiantes. ¡Toma nota!
Riego adecuado
El riego tiene un papel fundamental en la protección de las plantas. Eso sí, cada una de ellas cuenta con una frecuencia o cantidad específica que debes conocer para asegurar un mantenimiento óptimo de tu jardín.
Existen dos tipos de riego según cantidad y frecuencia:
- Riego temprano en la mañana o al atardecer: Este tipo de riego permite que el agua se absorba antes de que el sol esté en su punto más alto y reduzca la evaporación.
- Riego profundo y menos frecuente: Es mejor regar profundamente una vez cada pocos días en lugar de hacerlo superficialmente todos los días. Esto fomenta raíces más profundas y resistentes.
Además de ello, existen dos métodos de riego que debes de tener en cuenta:
- Riego por goteo: Este método es eficiente y asegura que el agua llegue directamente a las raíces.
- Evita el riego por aspersión durante el día: El agua que queda en las hojas puede actuar como una lupa y quemar las hojas bajo el sol.
Sombra y protección física
Otro aspecto clave en la protección de las plantas es la sombra y la ubicación de las mismas. Esto puede favorecer o no el crecimiento de ellas, y por ello debes de tener en cuenta:
Cuando hablamos de sombra, podemos disponer de dos tipos:
- Mallas de sombra: Disponibles en diferentes niveles de opacidad, las mallas de sombra reducen la cantidad de luz solar directa sin bloquearla por completo.
- Sombra temporal: Usa sábanas, paraguas de jardín o carpas para proporcionar sombra temporal durante los días más calurosos.
Y en cuanto a la ubicación, es importante saber:
- Mover plantas en macetas: Coloca las plantas en macetas en áreas sombreadas durante las olas de calor.
- Utiliza plantas compañeras: Plantar vegetación alta alrededor de plantas más delicadas puede proporcionar sombra natural y protección.
Mejora del suelo y mulching
Quizás uno de los aspectos que menos se tiene en cuenta en la protección de las plantas es el suelo. ¡Y es super importante!
En cuanto a la mejora del suelo, añadir compost o estiércol mejora la retención de agua del suelo y proporciona nutrientes esenciales. También, existe la técnica del mulching: Aplica una capa de 5-10 cm de paja, astillas de madera, hojas secas o corteza alrededor de la base de las plantas. Esto ayuda a mantener la humedad del suelo, regula la temperatura y reduce el crecimiento de malezas.
Selección de plantas resistentes al calor
Una buena selección de plantas resistentes al calor es clave para que aguanten las altas temperaturas de la temporada de calor. Una buena opción son plantas autóctonas. Se trata de plantas nativas de tu región que están mejor adaptadas para soportar las condiciones climáticas locales.
También, puedes investigar y elegir plantas conocidas por su resistencia a altas temperaturas. Por ejemplo, la buganvilla, la clavelina, el geranio, la lavanda o el rosal, son buenas opciones para esta época.
Cuidado y mantenimiento adicional
En época de calor, el cuidado y mantenimiento de tu jardín sigue siendo importante. Nosotros te recomendamos:
- Realiza podas ligeras: Elimina partes de la planta que estén dañadas o enfermas para reducir el estrés y mejorar la circulación del aire.
- Evita podas severas: Durante el calor extremo, evita podar en exceso ya que esto puede estresar más a la planta.
Monitoreo y respuesta rápida
¡Cuánto de importante es este punto! Si realizamos todo lo demás, pero no escuchamos la planta y sus necesidades, todo el trabajo realizado puede quedar en vano. Por ello:
- Realiza una vigilancia constante: Revisa tus plantas regularmente para detectar signos de estrés por calor como hojas marchitas o quemaduras solares.
- Respuestas rápidas: Si notas que una planta está sufriendo, mueve la planta a una zona más sombreada o incrementa el riego temporalmente.
Como has podido ver, proteger las plantas del calor extremo requiere una combinación de prácticas de riego adecuadas, protección física, mejoras del suelo y selección de plantas resistentes. Con estas estrategias, podrás asegurarte de que tus plantas no solo sobrevivan, sino que también prosperen, incluso en los días más calurosos del verano. Recuerda que cada jardín es único, así que observa y ajusta tus métodos según las necesidades específicas de tus plantas y las condiciones climáticas de tu área.